viernes, 8 de septiembre de 2017

Momentos



No puedo guardar su olor al despertar, ni la acidez de su aliento cuando dice buenos días y me da un beso. No puedo encerrar en un cofre sus risas ni los ruiditos que hace al chupar su chupete. No puedo almacenar nuestras caricias ni su suave piel. No puedo...

Por eso lo que más me emociona de la fotografia es la captura de los momentos más simples de la vida cotidiana, en este caso, de la nuestra. Quiero recuerdos que merezcan la pena, imágenes que me lleven directamente a un sentimiento profundo. Quiero reflejar lo que somos, lo que vivimos y sobre todo lo que quizá, por el abrumador paso del tiempo, sea más propenso al olvido.

Y por esos motivos o miedos aprovecho cada instante en el que la luz roza su piel y, sin más, guardar lo que mis ojos ven de manera diferente al resto.

Si miras con el corazón, plasmarás tu alma.

Eso intento.

#mividaentera



viernes, 6 de mayo de 2016

Diego. Especial día del padre



Hace un par de meses hice un sorteo en facebook. El ganador o ganadora se llevaría una mini sesión especial para el día del padre y fue así como esta linda familia posó ante mis ojos.

Diego, con un poco más de mes y medio, sería el protagonista del día. Los bebés notan todo, nuestros nervios, nuestros cambios...y ese día notó que no iba a ser como cualquier otro y lo hizo saber haciendo lo que un bebé sabe hacer de maravilla: llorar!!!

Pero también hubo momentos de calma y fue en esos donde pude fotografiar al estrenado y paciente papá con su lindo hijo.




La sesión sólo era para el papi, pero claro...las mamás no nos queremos perder ni una y Laura quiso salir en este precioso recuerdo (una madre es una madre!!!)




Así que añadimos tiempo a la sesión y realicé varias fotos de la familia al completo de las cuales, a parte del pack que habían ganado, fueron elegidas varias.



Y aunque parecía imposible terminamos el día... con una sonrisa!!!

Me encanta pertenecer a estos momentos tan bonitos. Soy feliz realizando estos trabajos! Gracias por todo!!


lunes, 29 de febrero de 2016

Sesión Mario. Sonrisas a la vida.


Nunca sabemos con quién vamos a dar en la vida. Personas de tu pasado que, de repente,  aparecen en tu presente y te hacen pertenecer, para siempre, a un momento especial de su vida sin casi merecerlo.


Eso es lo que me ha pasado en esta sesión. Carolina, antigua compañera del colegio a la cual no veía desde hace más de 22 años, se puso en contacto conmigo a través de las, a veces maravillosas, redes sociales.
Necesitaba un recuerdo especial, natural y no forzado de su día a día en familia. Quería auto-regalarse una sesión con su pequeño Mario, un precioso rubio de casi dos años.

"El tiempo pasa muy rápido" nos decíamos una a la otra.


Y fue así como entré en sus vidas, escondida tras la cámara, intentando plasmar el amor que se tienen, la paciencia que demuestran y la calidez de sus acciones.



Cuando entras en las casas de las personas, entras en parte de lo que son. A veces, eso impone tanto por un lado como por el otro pero, sobre todo, estás en su terreno y nada puede hacerte sentir más cómodo que estar tirado sobre tu propia alfombra.



 Espero que el trabajo realizado les merezca la pena y que, al verlo, recuerden ese día de igual manera como fue vivido.
Gracias de nuevo por dejarme ser la observadora de vuestra preciosa familia. Un placer!!

miércoles, 24 de febrero de 2016

Proyecto: Ella



Este otoño tuve un pequeño presentimiento o simplemente fue la lógica apoderándose de mis profundos miedos. Notaba que su fortaleza menguaba, que de un año a otro se percibían sus debilidades más ocultas.
La que siempre presumía de estar como "una de 15",  había sumado unos cuantos años de repente hasta llegar a los que realmente tiene ni más ni menos que 93.

No podía dejar pasar más tiempo, un tiempo generoso que había permitido hasta ese momento que mi amada abuela se mantuviera firme.
Eso era lo que necesitaba retratar y es así, en gran parte, como deseo en un futuro recordarla.
Ahora su debilidad ha dejado blanco sus cabellos y la sonrisa, algunos días, se ha convertido en un bien preciado que cuesta sacar.  





Sus manos siempre me llevarán a un lugar seguro, porque sus caricias ásperas, me trasladan directamente a la raíz. 


Su  dormitorio huele a ella. Las fotos que ocupan cada rincón de el indican cuantos seres amados se le han ido para siempre, a los que reza cada día y cada noche, sin olvidar nunca nadie.


 Bastón de mando, con y sin el, ha sido la matriarca paterna por excelencia. Una mujer fuerte física y mentalmente. Cabezona hasta decir basta y propietaria de su vida.


Ella, simplemente.
Uno de los pilares más importantes de mi vida.
La que con sus brazos me arropaba cada noche  y la que calentaba mis pies entre sus piernas.
Ella sigue a mi lado, mi ABUELA